Lunes, martes…viernes. La semana vuela ante nuestros ojos a la velocidad de las gotas de lluvia en una tarde de primavera; al mismo ritmo con el que tecleamos y tecleamos mientras nos miramos y nos decimos sin palabras, nos sonreímos y contagiamos nuestra sonrisa, nos ayudamos sin tener que levantar la mano.
Somos el corazón de Funcantabria.
Si una de nosotras pierde el remo, las demás remamos con más fuerza, acompasadas, en armónica empatía, compartiendo ese fin común de “estar ayudando a familias que pasan por un momento de gran dolor.”
A ratos somos todas Andrea, valorando esos pequeños momentos del día a día, viendo la vida en todas sus letras.
Otras veces unimos nuestras mentes hasta parecer una sola persona; sentimos igual lo propio como lo de nuestras compañeras, y lo superamos unidas, porque como dice Isabel “en nuestro trabajo hay días duros que también hay que saber gestionar y no siempre es fácil.”
Aprendemos cada día de la muerte, para así aprender “a valorar mi propia vida”, como dice Silvia Revuelta.
Hay días en los que las aguas están bravas y la marea no acompaña. Son esos días en los que si una de nosotras pierde el remo, las demás remamos con más fuerza, acompasadas, en armónica empatía, compartiendo ese fin común de “estar ayudando a familias que pasan por un momento de gran dolor.”, tal y como describe Silvia Gutiérrez.
Buscando el bienestar común
Y si hay que parar para respirar diez minutos, paramos, juntas, respiramos juntas, y no es tiempo perdido, es tiempo invertido en nuestro bienestar mental, en nuestro bienestar general, que nos permite seguir apoyando a las familias.
El corazón de Funcantabria está en todas nosotras, mujeres alineadas con los valores, que acompañan, que abrazan a las familias, que son generosas y comprometidas con ellas mismas, con las familias y con el resto del equipo.
“Mujeres que vibran con el corazón y brillan con el alma”, como dice nuestra directora Yolanda.
En Funcantabria, cada día es 8M, porque tanto los hombres como las mujeres que conforman nuestra empresa valoramos el papel de cada una de ellas como parte del precioso puzzle con el que nos encontramos día a día para dar lo mejor de nuestros servicios funerarios.
SOIS INCREIBLES!!! Gracias por formar parte de mi vida.
Bea, compartimos vidas, porque todas tenemos un lugar especial en sus sueños y en su alma 🙂